La queratoconjuntivitis seca es una resecación crónica de la conjuntiva y la córnea de ambos ojos debido a una película lagrimal insuficiente. Sus síntomas consisten en prurito, quemazón, irritación y fotofobia. El diagnóstico es clínico y puede ser útil la prueba de Schirmer. El tratamiento es con lágrimas artificiales y a veces, bloqueo de los orificios lagrimonasales.

Existen 2 tipos principales:

  • La queratoconjuntivits seca acuosodeficiente es producida por una insuficiencia de lágrimas.
  • La queratoconjuntivitis seca evaporativa (más frecuente) es producida por una evaporación acelerada de las lágrimas debido a una escasa calidad.

La queratoconjuntivitis seca acuosodeficiente suele ser un trastorno idiopático aislado en mujeres posmenopáusicas. También suele formar parte del síndrome de Sjögren, artritis reumatoide (AR), o lupus eritematoso sistémico (LES o lupus). Con menos frecuencia, es secundario a otros trastornos que producen cicatrices en los conductos lagrimales (p. ej., penfigoide cicatricial, síndrome de Stevens-Johnson y tracoma). Puede deberse a una lesión o a un mal funcionamiento de la glándula lagrimal por enfermedad de injerto contra huésped, HIV (síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa), radioterapia local o disautonomía familiar.

La queratoconjuntivitis seca evaporativa se debe a la pérdida de la película lagrimal por evaporación anormalmente rápida causada por deficiencias de la capa lipídica situada sobre la capa acuosa de la lágrima. Los síntomas pueden deberse a lípidos cualitativamente anormales (es decir, disfunción de glándulas de Meibomio) o a la degradación de una capa lipídica normal (es decir, blefaritis seborreica). A menudo, los pacientes tienen también acné rosácea.

La desecación también puede ser el resultado de la exposición debida a un cierre insuficiente de los ojos por la noche (lagoftalmos nocturno, parálisis de Bell o parálisis del nervio facial) o por una frecuencia insuficiente de reaplicación de la lágrimas en la córnea debido a una tasa de parpadeo insuficiente (p. ej., en la enfermedad de Parkinson).


Signos y síntomas

Los pacientes refieren prurito, ardor; una sensación de arenilla, tirantez o cuerpo extraño o fotosensibilidad. También pueden quejarse de punzadas dolorosas, esfuerzo o cansancio ocular y visión borrosa. Algunos pacientes notan lagrimeo tras una irritación intensa. Típicamente, los síntomas fluctúan en su intensidad y son intermitentes. Algunos factores pueden empeorar los síntomas:

  • Esfuerzos visuales prolongados (p. ej., leer, trabajar en el ordenador, conducir, mirar televisión)
  • Ambientes locales que son secos, ventosos, polvorientos o llenos de humo
  • Algunos fármacos sistémicos, que incluyen isotretinoína, sedantes, diuréticos, antihipertensivos, anticonceptivos orales y todos los anticolinérgicos (incluidos los antihistamínicos y todos los fármacos gastrointestinales)
  • Deshidratación

Los síntomas disminuyen durante los días frescos, lluviosos o nublados o en otros ambientes de alta humedad como en la ducha. La visión borrosa recurrente y prolongada y la irritación intensa y frecuente pueden deteriorar la función cotidiana. Sin embargo, es raro el deterioro visual permanente.

Con ambas formas, las conjuntivas están hiperémicas y a menudo existe una pérdida difusa puntiforme fina del epitelio corneano (queratitis punteada superficial), del epitelio conjuntival o de ambos. Cuando el trastorno es intenso, las áreas afectadas, principalmente entre los párpados (zona interpalpebral o de exposición), se tiñen con fluoresceína. Los pacientes parpadean a menudo a un ritmo acelerado por la irritación.

En la forma acuosodeficiente, las conjuntivas pueden aparecer secas y opacas, con pliegues redundantes. Con la forma evaporativa, pueden presentarse lágrimas abundantes así como espuma en el margen palpebral. Rara vez, la sequedad crónica avanzada puede dar lugar a pérdida de visión significativa por queratinización de la superficie ocular o pérdida del epitelio corneano, causando cicatrización, vascularización, infecciones, ulceración y perforación.


Tratamiento

  • Lágrimas artificiales
  • A veces, oclusión del punto lagrimonasal o tarsorrafia

El uso frecuente de lágrimas artificiales puede ser eficaz en ambos tipos. Las lágrimas artificiales de baja viscosidad son útiles para reemplazar el volumen en la queratoconjuntivitis seca con deficiencia de la capa lagrimal acuosa. Las lágrimas artificiales más viscosas revisten la superficie ocular durante más tiempo, y las que contienen lípidos polares como glicerina o lípidos no polares (p. ej., aceite mineral) reducen la evaporación; ambos tipos de lágrimas artificiales–las viscosas y las lipídicas–son particularmente útiles en la queratoconjuntivitis seca evaporativa. Las pomadas de lágrimas artificiales aplicadas justo antes de dormir son especialmente útiles si el paciente tiene lagoftalmos nocturno o irritación al despertar. La mayoría de los casos se tratan adecuadamente con lágrimas artificiales durante toda la vida del paciente. A menudo puede ser de ayuda mantenerse hidratado, utilizar humidificadores y evitar los ambientes secos o con corrientes. Es importante no fumar y evitar ambientes con humo. En los casos resistentes al tratamiento, puede estar indicada la oclusión del punto lagrimonasal. En los casos graves, una tarsorrafia parcial puede reducir la pérdida de lágrimas a través de evaporación. Los suplementos dietéticos de ácidos grasos omega-3 pueden mejorar la película oleosa del ojo y ser un complemento útil en algunos pacientes.

El volumen lagrimal natural puede aumentarse con un dispositivo que utiliza sondas de punta blanda colocadas en la nariz varias veces al día para aplicar impulsos eléctricos que estimulen la producción de lágrimas.

Existen colirios de ciclosporina y lifitegrast que disminuyen la inflamación asociada con la sequedad del ojo. Pueden lograr una mejoría significativa en una fracción de los pacientes. Estos colirios pueden producir escozor y tardan meses antes de que se observe un efecto.Taponamiento de los lagrimales

Los pacientes con queratoconjuntivitis seca por evaporación a menudo se benefician del tratamiento de la blefaritis concomitante y de la acne rosácea asociada con medidas como las siguientes:

  • Para la blefaritis con disfunción de la glándula de Meibomio: compresas tibias, dispositivos de calentamiento y masaje infrarrojos o automáticos, y/o doxiciclina sistémica 50 a 100 mg por vía oral una o 2 veces al día (contraindicado en pacientes embarazadas o en período de lactancia) para ayudar a aumentar el flujo de aceite en la superficie del ojo y para aumentar la cantidad de lípidos en la película lagrimal, lo que disminuye la evaporación de la lágrima
  • Para la blefaritis seborreica: Raspado de los márgenes del párpado o pomadas antibióticas palpebrales tópicas intermitentes (p. ej., bacitracina al acostarse)

Debido a la variabilidad de los síntomas, los cuestionarios validados pueden ayudar a controlar la respuesta al tratamiento.

Fuente consultada:

https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/trastornos-oftálmicos/enfermedades-de-la-córnea/queratoconjuntivitis-seca-keratoconjunctivitis-sicca

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